Primer día de 2017, de nuevos propósitos, de deseos de que lo mejor del año anterior se convierta en lo peor de éste... Con todo este cúmulo de buenas intenciones, llega una nueva receta.
Se trata de unos biscotes ideales para cualquier momento del día. Los podéis acompañar de dulce con mermelada o miel, por ejemplo. O bien, con aceite si los preferís solos o para acompañar con fiambre. Como véis, cualquier opción es válida.
La receta es en Thermomix pero, se podría preparar igualmente, amasando a mano. Espero que os guste!
Fuente: Velocidad Cuchara
Necesitamos:
120 ml de leche
10 gr de levadura fresca de panadería
60 ml de agua
15 gr de azúcar blanquilla
30 aceite oliva virgen extra
300 gr de harina de trigo
Media cucharadita de sal
Elaboración:
Ponemos todos los ingredientes en el vaso y programamos 3 minutos en velocidad espiga para amasar.
Dejamos la masa dentro del vaso hasta que doble el volumen.
Espolvoreamos con harina una superficie plana (yo, una bandeja) para trabajar la masa.
Pasamos la masa a la bandeja y la amasamos un poco para desgasificarla.
Hacemos un rulo y la colocamos dentro de un molde alargado tipo plumcake.
Dejamos leudar nuevamente hasta que doble el volumen. Precalentamos el horno a 220ºC con calor arriba y abajo y cuando la masa esté lista horneamos 15 minutos a 220ºC y otros 15 minutos a 200ºC.
Retiramos el pan del horno y dejamos al aire 24 horas, sin tapar para que se reseque.
Al día siguiente, precalentamos el horno a 200ºC con calor arriba y abajo.
Cortamos el pan en rodajas de 1 cm que colocaremos sobre una bandeja de horno.
Horneamos durante 8 minutos vigilando el tueste.
Retiramos del horno y las dejamos enfriar unos minutos mientras baja un poco la temperatura interior del horno.
Volvemos a introducir la bandeja con el horno apagado hasta que se enfríen del todo. (de este modo quedarán más crujientes sin quemarse en exceso).
Buen provecho!!
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